encantador, encantador, encantador

El desayuno es simplemente espectacular. Cada mañana, me deleité con platillos mexicanos variados que me llenaron de energía para explorar. La piscina rodeada de vegetación fue mi refugio perfecto después de un día de aventura. Cada rincón del hotel es un estallido de colores y encanto que te hace sentir como en casa.

lo recomendaría 😍❤️

ubicación inmejorable, patio central acogedor, piscina rodeada de vegetación

No puedo creer que el ruido del patio durante el día y los ladridos de perros arruinaran mi descanso!!! Además, un poco más de aislamiento acústico no estaría de más. ¡Algunas habitaciones realmente necesitan más luz natural!!!

El personal es muy amable y eso marca la diferencia.

La habitación era ruidosa, especialmente por el ladrido de los perros cerca. Además, no es un lugar ideal para quienes tienen el sueño ligero, ya que el patio central genera un buen bullicio durante las mañanas. Me sentí un poco incómodo por el ruido continuo, lo que me impidió descansar adecuadamente.

La habitación era ruidosa, pero el patio era un buen lugar para relajarse.

no dudaría en recomendar este hotel for unas vacaciones relajadas

Habitaciones cómodas, instalaciones limpias, el desayuno es muy bueno y variado. Destaco que el personal es muy amable y atento, además, la ubicación es ideal para explorar la ciudad a pie.

No tengo ninguna queja

Desayuno espectacular y abundante.

El hotel tiene una decoración impresionante y el personal es increíblemente amable. La ubicación es perfecta, muy cerca de la plaza principal. Sin embargo, el servicio de WiFi fue bastante lento y la habitación se sentía un poco húmeda. Aun así, disfruté las comodidades ofrecidas.

escapada romántica con sorpresas mágicas en le muuch hotel boutique, valladolid

Le Muuch Hotel Boutique nos ofreció una experiencia inolvidable. La atención del personal fue excepcional. siempre listos para ayudar. La decoración es un sueño y los desayunos son verdaderas delicias. Cada rincón es un placer para los sentidos.

La decoración del lugar es encantadora y el personal es súper atento. Variedad en el desayuno, con deliciosas opciones que te llenan de energía para explorar la ciudad. La piscina en el patio es perfecta para relajarse.

El ruido del patio durante el día puede ser un poco molesto. Las habitaciones cerca del pasillo tienen menos luz natural, lo que puede ser incómodo.

Una experiencia encantadora en Valladolid

Disfrutamos de una estancia muy agradable. La ubicación es perfecta para explorar la ciudad a pie. Las habitaciones son pequeñas, pero cómodas. Recomiendo pedir el desayuno temprano si planean salir para evitar saltárselo. El personal fue siempre atento y ofreció buenas recomendaciones de lugares para visitar.

Mi habitación tenía una terraza que me encantó. Me relajaba ahí con una bebida después de un día recorriendo Valladolid. La decoración del hotel es mágica, llena de colores y detalles que hacen sentir un ambiente acogedor. La piscina en el patio es perfecta para refrescarse. El desayuno fue variado cada día, lo que me ayudó a probar distintos platillos locales. Sin embargo, el ruido del patio durante el desayuno y los ladridos de perros cercanos me impidieron dormir bien. es un problema, especialmente si tienes el sueño ligero. A pesar de eso, el personal siempre estuvo dispuesto a ayudarme con recomendaciones para conocer la ciudad. Al final, aunque disfruté mi estadía, algunas molestias con el ruido interrumpieron la tranquilidad que buscaba.

La pastelería galesa fue un verdadero hallazgo. sus dulces son perfectos para recargar energías después de un día de exploración. Los desayunos son un festín de sabores locales que te transportan a las tradiciones yucatecas. Además, disfruté de la atmósfera tranquila y los pequeños detalles que embellecen cada rincón del hotel.

Tuvimos un pequeño inconveniente con un miembro del personal que nos despertó a media noche, acusándonos de tener visitas no autorizadas, lo cual resultó incómodo. Sin embargo, el resto del servicio siempre fue excelente y eso ayudó a que la experiencia fuera más placentera.